
Cualquier sitio es bueno para echar una cabezadita, pero bien podría estar muerto este pobre hombre. En pleno Mercado de Ameyoko, Ueno yacía más agustito que todo. Unos detalles: ceño fruncido y boca semiabierta delata un sueño placentero y profundo y claro no repara en que se le ha caido el mechero. Pie retorcido y piernas dobladas tocando pared para no perder el norte cuándo estás bolinga, así tienes controlado el norte cuándo todo te da vueltas. Manos vendadas y recogiditas en el pecho debido a las pisadas de los transeuntes de anteriores siestecitas.
Felices sueños!
Etiquetas: Japan
1 Comments:
El pie me ha dado escalofrios. Y le falta la dentadura!!!!! yo no vuelvo a comer pipas
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